Amaneció muy nublado aunque calurodo y con mucha humedad, así decidimos que era un buen día para conocer la isla. Nos llevaron en primer lugar a un museo. Apuesto a que no sabía que había un museo del coco!!!!! Ahí te muestran qué tan grande eran hace muchos años, con qué se recolectaban y cómo los hombres se trepaban en las palmeras para recoger tan valiosa fruta. Simpático y pintoresco. Luego conocimos la Cueva de Morgan, donde se supone que el pirata de Henry Morgan escondía sus tesoros. Nada que ver con la Cueva del Milodón, para los que la conocen, pero super producida, con esculturas de piratas por todos lados, barcos, espadas y por supuesto garfios, que se usaban para pelear y no para reemplazar una mano perdida en alguna batalla. Aprendimos que los piratas, usaban un parche en el ojo para tener uno adaptado a la luz y el otro a la oscuridad. Mito o no, la historia es entretenida. Debo decir que todo el paseo fue alrededor de la isla, pasando por lugares donde solo vivían afrodescendientes y por lugares donde los comerciantes árabes han construido sus lindas casas.
Luego fuimos a una piscina natural donde pudimos sumergirnos y nadar junto a los pesces. Por suerte nos dijeron que fuéramos preparados con trajes de baño y snorkel así que disfrutamos una vez más de esta experiencia inolvidable. En seguida fuimos a un lugar llamado El Hoyo Soplador, que es lejos lo más divertido!! Leí en tantos tips de viajeros que no era tan espectacular y si no había viento, pues no valía la pena el viaje, así que no tenía mucha espectativa. Tuvimos mucha suerte porque había viento y olas, lo que permitía que el viento saliera de un hueco por acción del agua que entraba por otro lado. Bakan!!!!!
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