De vuelta a casa

Ya estamos de regreso con un gustito muy agradable.    Podría decir que ha sido un viaje muy lindo. Pudimos conocer esta isla tan paradisíaca, la gente nativa amable y alegre, el agua del caribe tan tibia y clara, los pecesitos que no temen al hombre y por sobretodo algunas familias de Medellín con quienes compartimos varias horas de buena conversación.
Para los que no conocen la isla, puedo recomendarla a ojos cerrados, aunque también debo decir que no es un destino lujoso. Los hoteles son modestos y antiguos. Uno o dos son 4 estrellas. Pero eso no importa si lo que se busca es descansar, disfrutar de un paisaje maravilloso, nadar, bucear y conocer.  En general no es caro y se puede regatear en algunas tiendas para comprar más barato.  Hay tiendas caras como en todas partes pero en general se puede comprar perfumes y licores (que no sean colombianos) más baratos que el Duty Free de Santiago. Podría decir que los mismos precios de Miami.
De qué cuidarse? sin duda del sol. Cuando no hay nubes, puedes quemarte mucho. La radiación es altísima.
Allá no se ve delincuencia, así que uno se relaja al tercer día.  No temerle a la lluvia ni a las tormentas. Duran 20 minutos a lo sumo y pasa.   No aceptar invitaciones a conocer otros hoteles. Nos advirtieron que era un pérdida de tiempo y no lo hicimos. Tampoco aceptar invitaciones a joyerías.  Nosotros fuimos y el precio que nos dijeron al principio, al minuto se duplicó. Igual era barato pero no nos gustó que quisieran engañarnos así que no compramos nada. Y no es que me gusten las joyas. Queríamos comprar regalitos.
Cuidado con el Coco Loco, es un trago tan fuerte que te deja loco!
Si se acerca un vendedor, o las mujeres que dan masajes o hacen trenzas, si no queremos, ser tajantes y con respeto decir que no. Si te ven dudar, te insisten mucho, y si queremos, regatear.  Se aprovechan del turista.Como ejemplo: el arriendo de moto de agua te costaba US$ 25 la media hora y al día siguiente te cobraban la mitad si el día anterior no aceptaste.  Lo mismo con los aros de perla que vendían en la playa: US$11 que quedaba en US$6, y si los comprabas en un puesto en la calle te salían US$ 5.
En algunos lugares aceptan dólares y a buen precio, no así en la farmacia.
Bueno, creo que ese sería mi resumen de este viaje.
Muy bueno y recomendable.
Hasta el próximo.